La construcción de un viaducto alto sobre un valle fluvial es uno de los retos frecuentes del ingeniero de puentes. En el caso del puente de Hauterive la existencia de una zona contaminada que se sitúa en el meandro del río Sarine y el área de protección ambiental del propio río requerían la construcción de dos vanos principales de unos 150 m de luz. La solución que se propuso al concurso es un dintel de hormigón construido por voladizos sucesivos en los que se ha eliminado masa del tablero allí donde no es necesaria. Así se ha eliminado parte de la masa del dintel y se ha aligerado notablemente la zona de conexión pila-tablero de los vanos principales dejando reducida esta área a una triangulación de losas de hormigón que resuelven la transmisión de esfuerzos entra ambos elementos.

La solución es por lo tanto una evolución del clásico tablero construido por voladizos sucesivos hacia un sistema más transparente y ligero. Un puente novedoso en lo resistente pero al mismo tiempo clásico en su formalización.