El puente colgante de São Vicente se erigió en 1914 como parte del plan de saneamiento del área de Santos y São Vicente. La condición del puente en 2012 se consideró crítica, ya que algunos elementos en las armaduras habían desaparecido y el cable mostraba corrosión importante y pérdida de sección transversal.

El proyecto de sustitución del cable tuvo que tener en cuenta varias limitaciones que condicionaron las propuestas finales.

El factor principal que influyó en el proceso de sustitución de cables fue la configuración de los cables existentes, que se agruparon en dos filas de seis más dos cables. Al ser parte del puente del Patrimonio Histórico del Estado de São Paulo, era obligatorio que la configuración final de los cables fuera similar al original en número, posición y dimensiones. Además de esto, las conexiones entre los cables y la cubierta también debían mantenerse, lo que implicaba la necesidad de fabricar nuevas abrazaderas y monturas lo más similares posible a las existentes.

Estos requisitos determinaron el proceso de construcción propuesto, ya que implicaban desmantelar los cables reales antes de la instalación de los nuevos cables en su posición final y, por lo tanto, colocar una silla temporal independiente de la existente.