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Monumento a las víctimas del 11-M |
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Madrid, España |
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Arquitecto |
estudio arquitectura FAM |
Tipología |
Arte |
Fecha |
Marzo, 2007 |
Propiedad |
Ayuntamiento de Madrid |
Alcance |
Proyecto de estructura de apoyo del monumento |
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El Monumento conmemorativo en recuerdo de las víctimas de los atentados sufridos en Madrid el 11 de marzo de 2004 se encuentra en la rotonda de Atocha próxima a la entrada de la estación de cercanías, sobre una sala situada en el vestíbulo de la estación de cercanías.
El monumento ha sido definido como respuesta a la transparencia y la permeabilidad buscadas. Presenta dos partes íntimamente relacionadas y complementarias. En primer lugar, la parte exterior de vidrio y, en segundo lugar, la sala bajo rasante desde la que se podrá observar el monumento.
La escultura está formada por dos capas diferentes. Una primera exterior formada por bloques de vidrio y una segunda interior compuesta por una membrana de ETFE, en la que se imprimirán los mensajes escritos los días sucesivos al 11 de Marzo de 2004.
La estructura vítrea del monumento es cerrada, estanca y tiene un peso de unas 120 toneladas. Es totalmente transparente e incolora. Los bloques de vidrio van pegados mediante un pegamento acrílico curado con luz ultravioleta. La ausencia de opacidad en el monumento es el concepto clave de su concepción. Sólo brillos, reflejos y luz formarán materialmente el monumento.
La membrana de ETFE se situará en el interior del monumento, y se sostiene por el vacío creado entre el monumento y la membrana, de forma que ésta es estable sin ningún elemento opaco de apoyo. Los mensajes serán vistos a través del piel de vidrio durante el día y aparecerán de distinta manera durante la noche. La membrana transparente nace en el interior de la sala para hacer llegar los mensajes al visitante de la sala.
El monumento se apoya en una losa maciza de hormigón pretensado de dimensiones aproximadas 18.90 x 17.10 m, de canto constante 0.75 m. Los trabajos comenzaron con la demolición de la losa de cubierta existente. La nueva losa se apoya en sendas pantallas existentes, de espesor 0,60 m, de forma que el funcionamiento de la losa es claramente unidireccional. El pretensado dispuesto es paralelo a la dirección de trabajo de la losa, y está formado por una serie de cables de 21 y 19 cordones de área 150 mm2.
El acceso a la sala se sitúa dentro de la estación de Atocha, en su vestíbulo principal. Se trata de un espacio que desaparece para dejar que la luz sea la protagonista, un espacio de color azul que permite que la única distracción existente sea el óculo que permite observar la cúpula desde el interior. Todo lo demás esta pensado y materializado en referencia a esa visión. Desde el interior de la sala se podrá ver la estación de RENFE sin por ello escuchar lo que allí sucede. La sala está aislada del ruido exterior. Un espacio vacío, en silencio, con la luz como protagonista.